El Servicio de Información Toxicológica (SIT) del Instituto Nacional de Toxicología y
Ciencias Forenses ha alertado recientemente a través de un comunicado de un
importante y llamativo aumento de las consultas telefónicas por intoxicaciones
relacionadas con el uso inadecuado (principalmente, en forma de mezclas) de
los productos de limpieza, en el contexto de las medidas de higiene y
desinfección en los hogares impuestas por la pandemia de la Covid-19, causada
por el nuevo coronavirus.
Según revela el comunicado, durante los meses de marzo y abril los médicos al
frente de este servicio atendieron un total de 11.337 consultas telefónicas (casi
1.700 más respecto al mismo periodo del año anterior) de las que 1.846 se debían
a intoxicaciones relacionadas con el uso de lejías y otros desinfectantes de
superficies.
Los cuadros toxicológicos asociados a estos productos afectan principalmente en
el nivel respiratorio (rinitis, irritación de faringe o laringe, tos, disnea) y cutáneo
(síntomas relacionados con la irritación e inflamación de la piel), lo que está en
línea con el aumento de consultas relacionadas con estos nuevos hábitos que se
está apreciando en muchos servicios de dermatología y neumología.
Curiosamente, este “ansia por desinfectar” desatada por la pandemia es un
fenómeno generalizado en todos los países, según se desprende de un estudio de
la consultora Nielsen que demuestra un incremento en las ventas online de lejía
de un 93 por ciento y de un 51 por ciento en las de los limpiadores del hogar,
coincidiendo con la entrada en escena del coronavirus. El estudio también refleja
que los consumidores están dispuestos a pagar más por estos productos si éstos
garantizan la protección familiar frente a virus, gérmenes y bacterias y la
eliminación efectiva de estos agentes infecciosos.
Y también parece ser global el aumento de urgencias toxicológicas vinculadas al
uso de estos productos. En este sentido, un informe de los Centros para el Control
detergentes y desinfectantes aumentaron un 20,4 por ciento respecto al mismo
periodo de 2019.
y la Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos, refleja que las
llamadas recibidas en el primer trimestre de este año a causa de la exposición a